El cocido es uno de los de los platos más representativos de la cocina madrileña. Como bien sabemos se trata de un plato en el que los grandes protagonistas son los garbanzos acompañados de verduras, carnes y embutidos.
cocido madrileño |
Origen sefardí
Existen mucha incertidumbre acerca del origen del cocido
madrileño, pero lo más seguro es que fuera introducido en la gastronomía española por los judíos sefardíes en el siglo XII. En esa época, uno de sus platos más
representativos era la adafina, que se preparaba para el shabbat judío. El shabbat
es el séptimo día de la semana y en hebreo quiere decir “descanso”. El shabbat
comienza el viernes con el atardecer y termina después del anochecer el sábado.
Durante este periodo el shabbat prohíbe hacer ciertas tareas entre las que se
encuentra trabajar y cocinar.
adafina |
Un plato ingenioso
Para resolver los inconvenientes que el shabbat comportaba a
la hora de cocinar, los judíos idearon la adafina. Como calentarse en casa es
posible según la Torá, se enciende el fuego y se pone allí una olla con los
ingredientes al atardecer del viernes, se alimenta el fuego (permitido) y se
sirve a mediodía “volcando” su contenido a un plato, de esta forma se soluciona
el problema de no cocinar durante el Shabbat. Este efecto de volcar, con el
objeto de evitar los trabajos del shabbat, dio lugar a los vuelcos.
Los tres vuelcos del cocido tienen esos reminiscencias del
Shabbat, los apasionados del cocido madrileño hablan de los tres vuelcos, que
simplemente son los ingredientes que al ser volcados en el recipiente van cayendo:
Primer vuelco: La sopa del cocido.
Segundo vuelco: Los garbanzos, las patatas y las verduras.
Tercer vuelco: Las carnes: que suelen ser de gallina, cerdo y ternera. Denominada de forma popular como el “vuelco de las viandas”.
Los vuelcos son una característica común a todos los cocidos desde el madrileño, la olla podrida, hasta el cholent (hecho por los judíos del norte de Europa).
En todo caso el cocido requiere de un lento cocinado que se
adapta a las reglas del Shabbat. Es muy probable que la primitiva adafina del
siglo XV no llevara carnes de cerdo (prohibidas para los judíos) y en cambio llevara gallina o ternera. Los puristas del cocido mencionan que no debe
llevar morcilla (totalmente prohibida en las normas judías por ser de cerdo y
además hecho con sangre).
Hoy en día estas normas tradicionales judías no se respetan, ya que se hace mediante cocinados rápidos en ollas express, que permiten hacer en poco menos
de una hora un cocido que antes llevaba varias horas.
No hay comentarios :
Publicar un comentario